Bienes Raíces y El Amor

Los demás amores son relativos con altas y bajas...
En mi experiencia como asesora inmobiliaria con mas de 25 años ejerciendo, he sido testigo de innumerables historias entre parejas, amigos, padres e hijos. Comenzaré por la primera, textual mi primera experiencia de "corretaje".
INSULTARON SU HONOR, SU ORGULLO, SU PERSONA
Vendí una casa alejada de la zona urbana, la misma era cara y deteriorada, además, con una arquitectura que para algunos resultaba "fea", sabemos que la belleza es muy subjetiva, el propietario vendía por una necesidad extrema y quien compraba "de capricho o necesidad familiar" lo hacía porque su hija vivía a lado, llegó el día de la firma final
después de varias visitas, ofertas, etc. Estando en la notaria, firma primero el comprador y al momento de estar plasmando su firma en el libro, comenta "¡la verdad la casa es muy fea! La compro por que vive mi hija cerca, pero en realidad es muy fea" acto seguido el propietario dice ¿Le parece fea mi casa? ¡pues NO se la VENDO! y no hubo poder de negociación que hiciera cambiar al propietario de parecer.
Quizá ahora 25 años después pudiera convencer al propietario de vender, además reitero, él "necesitaba" vender, NO pude hacerlo en aquel entonces. Mi jefe acudió a la notaria para tratar de salvar la operación, sin embargo, ya la situación estaba mal, muy mal y NO pudo hacer nada. El propietario estaba en una situación vulnerable tanto económica como emocionalmente y a pesar de su necesidad NO VENDIÓ, perdió su casa y el comprador después la compro mas deteriorada y quizá mas barata.
Moraleja, cuando los clientes están comprando, vendiendo o rentando un inmueble, están bajo una situación de estrés fuerte, algunos tienen una inteligencia emocional alta, otros NO. Evite todo tipo de comentario del inmueble que pueda afectar sus intereses. Como dicen "Podrás arrepentirte de haber hablado, pero de quedarte callado jamás"
LE PRESTÓ LA CASA A SU HIJO

La casa ocupada por el hijo y muchos perros, cuando digo muchos no me refiero a tres ni cinco, me refiero a ¡50 perros! en 250m² de construcción y 300m² de terreno, todo construido en dos pisos, era un olor... El hijo recogía perros callejeros, los cuidaba y alimentaba.
Aunque el hijo no quería vender ¿Aceptaba que yo la mostrará? Para mi era complicado por el olor (tengo el olfato muy sensible) además, cuidarme de tanto perro al entrar (siempre he tenido perros) ahora tengo 4, no es por que me gusten a mi, sino a mi marido y son de las concesiones que uno hace, precisamente en el nombre del amor, unas por otras, decía mi abuela. En fin, ya se imaginará aquella casa en venta "prestada" al hijo viviendo ahí con 50 perros por toda la casa y yo ¡vendiéndola! Al ultimo cliente que se la mostré no pude ni entrar, que pena en verdad, no puede entrar por el olor, me empezó a dar ganas de vomitar, y bueno... ¡vomite! el cliente entró solo, cuando éste salía, me dice el hijo textual (nunca lo olvidare) "Sra. Cardona, ya no pierda su tiempo vendiendo esta casa, NO me voy a salir de aquí NUNCA" esto lo dijo delante de mi cliente.
La casa le gusto a mi cliente y la compró INVADIDA POR EL HIJO ¡Increíble! Después sacó al hijo y tuvo su buena inversión, incluso la notaria comentó que era la primera vez que presenciaban una situación así, una casa invadida por un hijo. El cliente comprador me felicitó por conseguir cerrar la operación y apoyar a estos padres que en el nombre del amor pusieron en juego su patrimonio.
Moraleja, las propiedades forman parte de nuestro patrimonio y en cualquier momento lo vamos a necesitar, así es que sea su hijo, su hermano, su primo, cualquier lazo sanguíneo o su amigo, por favor, haga las cosas con el orden debido, uno nunca sabe que puede pasar.
LA QUIERO TANTO

Moraleja, todos nos queremos tanto hasta que el amor se esfuma, somos tan amorosos y de repente cambiamos y lo legal es lo que manda, como dicen "papelito habla".
Quedo sus ordenes
Paty Cardona
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